Decálogo del
taller de escritura
de Ramiro Pinilla
1.-Escribe, escribe. Revisa, revisa.
2.-Escribir no es decir sino contar.
3.-Escribir es tensar un cable de acero.
4.-Copia sin avergonzarte a tus escritores preferidos. Suelta así la mano hasta dar contigo mismo y soltarte del modelo. Como los bebés con la mamá hasta que crecen. Porque todo escritor comienza por ser un mamón.
5.-Escribe por mucho que se descojonen de ti.
6.-Muestra lo que escribes. Soporta las críticas más implacables si son constructivas y si van dirigidas al texto, no a la persona.
7.-Aquí nadie es maestro de nadie. Aprendemos todos de todos.
8.-Si una frase es deslumbrante, entorpece la lectura. Quítala por bella que sea, aunque te duela en las carnes.
9.-Encuentra un lenguaje invisible, transparente como el cristal, que no se interponga entre el lector y la historia.
10.-Nuestra patria no es la infancia ni el lenguaje, sino el amor a la palabra precisa y a las historias bien contadas. No sin libertad.
11.-La única fórmula para aprender a escribir es escribiendo. Escribe, escribe.
22 de junio de 2017
Dos años, ocho meses menos un día, 14 horas y 37 minutos después de la muerte de Ramiro Pinilla a los 91 años. Siguió escribiendo mentalmente en la cama del hospital hasta unos 17 segundos antes de perder la conciencia para siempre y regresar como un viejísimo embrión dorado a las aguas de nuevo preñadas de la playa de Arrigunaga, Getxo.
NOTA OBVIA
Decálogo basado en ideas y palabras de Ramiro Pinilla.